miércoles, 22 de abril de 2015

El día que por inercia un judío derrotó a un Mexicano

He retomado mi blog, ya que ahora quiero compartir con todos ustedes una serie de temas que me han llevado a reflexiones históricas, sociales, económicas y sobre todo filosóficas.
Por lo anterior quiero abordar el tema de la elección que durante este mes se llevó a cabo para elegir al alcalde de la ciudad de Chicago en EU, ya que ahí competía un mexicano por nacimiento, Jesús "Chuy" García, en contra de un político de origen judío, Rahm Emanuel, quien competía por su reelección.
Todos sabemos que Chicago es una ciudad con un gran número de inmigrantes hispanos, los cuales se identificaron con Chuy, y las eleciones se definieron en una segunda vuelta, pero el político nacido en Durango tuvo la esperanza de ser elegido alcalde de la ciudad de los vientos sin tomar en cuenta que los hispanos, y en este caso los mexicanos que residen es los Estados Unidos, no son considerados como ciudadanos de primera, y ni mucho menos ser elegidos para cargos políticos tan importantes.
La inercia de este pensamiento que tienen anglosajones y afroamericanos en Estados Unidos siempre incluye el prejuicio de que los hispanos, aunque hayan nacido en ese país, o tengan la mayor parte de su vida radicando en la Unión Americana, y tengan residencia permamente o ciudadanía, no pueden ser considerados como estadunidenses de primera, sino ciudadanos de segunda.
Lo anterior se comprueba ya que muchos políticos de raza negra sí han ocupado cargos de relevancia en la política de ese país, la mayor prueba está en Obama, pero los casos de hispanos que han llegado a ser políticos de relevancia son pocos, en ciudades como Los Ángeles.
Chuy estuvo a punto de superar el prejuicio del ciudadano de segunda entre los que se consideran ciudadanos de primera (anglosajones y negros), pero se quedó cortó con el 44 por ciento de los votos totales y el político de origen judío, Rahm Emanuel se reeligió con el apoyo del voto duro de los conservadores en esa ciudad.
Felicidades a Chuy por tratar de ser reconocido como un ciudadano de primera, como lo deberían de ser todos los hispanos en Estados Unidos, pero falta camino por recorrer para que los que se consideran como estadounidenses verdaderos, a pesar de ser desendientes de inmigrantes, acepten a los hispanos como ciudadanos a su mismo nivel...